lunes, 20 de septiembre de 2010
MILES DAVIS / ASCENSEUR POUR L´ECHAFAUD
LA BANDA SONORA ENTRE MILES DE BANDAS SONORAS
Miles Davis en Paris
diciembre de 1957
En invierno de 1957 Miles Davis había sido contratado por Marcel Romano, promotor del Club Saint-Germain, para una gira europea de tres semanas que no tuvo el éxito esperado y de la que solamente se concretaron tres actuaciones en Bruselas, Amsterdam y Stutgart, además de las tres anunciadas en Paris. Gracias a esta circunstancia Miles pudo tener suficiente tiempo para conocer a los intelectuales y estrellas francesas de moda, como Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Boris Vian y Juliette Greco -con la que mantuvo un tórrido romance-, y de vivir, de forma intensa, las noches parisinas.
El trompetista norteamericano llegó solo a Paris, sin sus músicos habituales: el maravilloso quinteto integrado por John Coltrane, Red Garland, Paul Chambers y Philly Jones. Por lo que Miles seleccionó músicos jóvenes sin gran experiencia en los clubes de jazz de la ciudad – aparte de Kenny Clarke, baterista obligado para todos los músicos americanos que pasaban por Paris -, el pianista René Urtreger, el contrabajista Pierre Michelot y el saxofonista Barney Wilen, conformando un grupo que, en tan solo tres semanas, habría de encontrar un lugar destacado en la historia del Jazz.
René Urtreger recuerda su primer encuentro con Davis: “Yo tenía un póster de Miles en mi habitación. La primera vez que nos vimos, estaba tocando con un trío en algún club de Montparnasse. Recuerdo que era un lugar frío y con poca luz. Miles apareció en la penumbra del local. Hacía tanto frío que se quedó con su abrigo puesto junto a la barra, daban escalofríos. Un poco más tarde saco su trompeta y comenzó a tocar con nosotros. “
Jean-Claude Rappeneau, jefe del equipo técnico de Romano, trabajaba también con un joven director aficionado al jazz, Louis Malle, que acababa de terminar el rodaje de su primera película: Ascenseur pour l´échafaud, y tuvo la feliz idea de poner a ambos en contacto para que estudiaran la posibilidad de que Davis compusiera la banda sonora de la película.
A Miles le gusto la idea de componer una banda sonora y acepto el proyecto con la condición de tener un piano y un proyector de cine para visionar la película en la habitación de su hotel. Trabajó durante dos semanas de una manera relajada ante las imágenes, en condiciones próximas al cine mudo, cuando los pianistas de la salas de cine tenían la ocasión de acompañar e improvisar varias veces la misma película.
Louis Malle era perfectamente consciente del riesgo de esta tentativa, sin precedentes en la historia del cine hablado: "La música contribuyó al éxito de la película. Le dio su tono, una atmósfera, una especie de ambiente que la música de Davis mantiene hasta el final y que le da su unidad”.
La banda sonora se caracteriza por no tener un leit-motiv concreto, un tema estelar; un concepto totalmente revolucionario en la época, y por ser una de las partituras más densas y sugerentes de la historia del cine. Se graba en tan solo dos sesiones en los estudios de La Poste Parisien, las noches del 4 y 5 de diciembre de 1957. Unos días inolvidables para Jean Moureau, la joven y atractiva protagonista del filme que ameniza las grabaciones con su simpática presencia, y para un testigo de excepción: Boris Vian.
Nunca una música se había asociado a un largometraje de esta manera. Jamás la leyenda de un filme se había construido tanto alrededor de su banda sonora. La fuerza del filme, su originalidad, plagada de novedosas imágenes, su modernidad, su trascendencia por la música de Miles Davis, su asociación a la explosión de la Nouvelle Vague, hacen que Ascenseur pour l´échafaud sea un ejemplo raro, único, de un filme que nos descubre también, un universo poético que es la identidad fundamental de la película.
La contemplación de las imagines de un Paris en negro y blanco, donde Jeanne Moreau busca un amor perdido, ha cambiado, tal vez... un poco, la historia del cine y del Jazz.
Apuntes a la grabación:
"Esta grabación fue realizada de noche en el estudio Poste Parisien en un ambiente muy distendido. Estaba allí Jeane Moreau, la protagonista de la película, que, de manera encantadora acogía a los músicos y técnicos en un bar improvisado en el estudio. También estaban presentes los productores y técnicos, y Louis Malle, en tirantes, que intentaba sacarle a Miles Davis todo lo que deseaba añadirle a la imagen. Los músicos, totalmente relajados, veían pasar en la pantalla las principales escenas de la película, y situados así en el ambiente, se lanzaban a improvisar a medida que transcurría la proyección. Es de señalar, en la toma Dîner au motel, la extraña sonoridad de la trompeta de Miles. En un momento determinado, un trozo de fragmento de piel se despegó de su labio para ir a colocarse en la boquilla. De Igual manera que los pintores deben a veces al azar la calidad plástica de sus tonos, Miles aceptó con agrado este nuevo elemento " inaudito" en el sentido literal de la palabra, jamás escuchado. No hay duda de que el oyente, incluso privado de las imágenes, será sensible al clima hechizante y trágico creado por el gran músico negro, sostenido admirablemente por sus compañeros de equipo".
Boris Vian, 1957
Saludos,Pepejazzy.
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6 comentarios:
Excelente post amigo pepejazzy,
No soy un gran aficionado de Davis pero he disfrutado leyendo la historia y viendo este fragmento con preciosas imágenes en aquel B&W estremecedor que se perdió al llegar el Technicolor.
El cine es otra de mis pasiones y combinado con la buena música forman un cocktail apasionante. Ver a la gélida Jeanne Moreau y escuchar la cálida trompeta de Davis... precioso.
Saludos
Jazzy
Tengo el disco, me encanta Boris Vian, me gusta el Jazz, buen post etc. Aquí me tienes pepejazzy; te he enlazado en mi blog. Saludosssssss
Querido amigo Babelain,ya esperaba tu visita desde hace mucho tiempo.
Jazz solo....o con leche da la bienvenida a la aristocracia musical de la Costa del Sol,gracias Babs.saludos,pepejazzy.
Eh eh, no te pases que soy un proletario musical jejejeje. No te perderé de vista; me gusta el jazz, el buen jazz y creo que aquí hay algo de eso, no?. Saludosssssssssss
Joer, Pepe que sensibilidad, me encanta la manera con que has llevado el post. Es sencillamente genial. Yo no conocia esa pelicula, esa banda sonora, y debo decir que esta perfectamente conjuntada. Ya solo me queda escuchar el disco. Que bueno que todavia hayan blogs que suban discos.
Que alegria verte por aqui Vikingo dentro del archivo tambien hay un link donde puedes descargar la pelicula cortesia del amigo Napi.saludos,pepejazzy
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